viernes, 4 de noviembre de 2011

Cuando sabes que todo acaba. CUENTO

Había una vez una princesa, que quería elegir un novio que sea digno de ella, que la ame verdaderamente.
Y entonces puso una condición elegiría novio entre todos aquellos que fuesen capaces de estar; 365 días al lado del muro, del palacio donde ella vivía; sin pararse y sin separarse ni un día de este muro.
Y se presentaron algunos cientos, o centenares, o miles de pretendiente a la corona real. Pero claro, al primer frío, la mitad se fue; cuando empezaron los calores se fue la mitad de la otra mitad, cuando empezaron a gastarse los cojines se terminó la comida, la mitad de la mitad de la mitad también se fue. Y finalmente habían empezado el primero de enero, finalmente cuando entro diciembre y otra vez habían empezado los fríos había quedado solamente un joven, todos los demás se habían ido, cansados, aburrido, pensando que ningún amor valía la pena. Solamente un joven que había adorado a la princesa desde siempre, estaba allí, anclado a esa pared y a ese muro esperando pacientemente que fueran los 365 días. 
La princesa que había despreciado a todos, cuando vio que este muchacho se quedaba y se quedaba empezó a mirarlo con algunos ojos, diciendo este hombre quizás me quiera de verdad, lo había espiado en octubre, había pasado junto a él en noviembre y en diciembre disfrazada de campesina le había dejado un poco de agua y un poco de comida, lo había visto a los ojos y se había dado cuenta de su mirada sincera, y le había dicho al rey, papá creo que finalmente vas a tener un casamiento, que finalmente vas a tener hijos, este hombre, es el hombre que de verdad me quiere. Y el Rey se había puesto contento, había empezado a preparar todas la cosas para la boda y le había hecho saber por medio de la guardia al joven que el primero de enero cuando se cumplieran los 365 días lo esperaba en el palacio porque quería hablar con él.
Todo estaba armado, el pueblo estaba contento, todo el mundo esperaba ansiosamente el primero de enero.
El 31 de diciembre en la noche, después de haber pasado 364 noches allí, el joven se levantó del muro y se fue, no pudo quedarse a cumplir ¿que había pasado? el había estado todo ese tiempo. El fue hasta su casa, y fue a ver a su madre y la madre le dijo: Hijo, querías tanto a la princesa estuviste allí 364 noches, 365 días, y el último día te fuiste? que paso no pudiste aguantar un día más.
Y el hijo le dijo: sabes que madre, me enteré que me había visto, me enteré que me había elegido, me enteré que le había dicho a su padre que se iba a casar conmigo y a pesar de eso, no fue capaz de evitarme una sola noche de dolor? Pudiendo hacerlo no pudo evitarme una noche de sufrimiento?
Alguien que no es capaz de evitarte una noche de sufrimiento, no merece de mi amor ¿verdad mamá?

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